Ecuador investigará supuesto soborno en proceso de paz con Perú.
Heridas que no se cierran causan este tipo de reacciones. El título de este artículo es copia de esta noticia de El Comercio, que a continuación comentaré.
Una guerra no tiene ganadores, sólo perdedores, tiene víctimas y aprovechados de turno que sacan tajada de una situación en que muchos más sufren por hechos que a ellos les rebotan. Pero la actuación de los políticos en su constante afán de control mediante la manipulación crean resentimientos de la nada, cambian la historia para fomentar sentimientos sobre realidades inexistentes... Bueno, me salgo del tema, que es esa supuesta coima con dinero peruano para que ratifiquen un tratado de Paz (que realmente no era ventajoso para Perú ni mucho menos).
Es un hecho desastroso que alguien tenga que ser sobornado para votar sí a un tratado de Paz, sobre todo en los términos que este estaba redactado y que, en teoría, sellaría un conflicto fronterizo entre Perú y Ecuador que ya dura demasiado, y que en el Siglo XX dio lugar a dos guerras (una a mediados de siglo y otra entre 1995 y 1998). Mucho odio desde esa guerra entre los dos Estados en el año 1941 (con la firma de paz en 1942, en Río de Janeiro), un odio que se venía arrastrando desde que en Ecuador muchos políticos decidieron que parte de la selva peruana no era de Perú, sino que era de Ecuador (aunque este extremo era negado por todos los países e historiadores del mundo menos por Ecuador, que llegó, durante muchos años, a prohibir cualquier mapa en el que Ecuador no tuviese dicha zona conflictiva).
Llega una segunda guerra, una segunda oportunidad para firmar la Paz. Se firma. Y ratifica por ambos parlamentos (el ecuatoriano y el peruano). Todos creíamos que esto ayudaría a que odios infundados acabasen por fin. Pero llegan las sospechas, sembradas por uno de los personajes más maquiavélicos que a parido madre, Montesinos, el Dictador en la sombra durante el régimen de Fujimori, arrestado por comprar a medio Perú, apunta a pagos con dinero peruano a Diputados Ecuatorianos para que ratifiquen la Paz.
Bien, completamente de acuerdo con que se investiguen a los posibles corruptos, completamente reprochable la actitud corrupta de ciertas personas, sobre todo con temas que tocan la sensibilidad (manipulada) de la gente como era esa guerra.
Ahora, la actitud del Presidente Ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, es más de buscar una excusa para embravecer los ánimos de la gente, dándoles otra vez un blanco al cual dirigir un odio surgido de la represión y mala situación económica (que la vive toda Latinoamérica, en mayor o menos medida). Declaraciones como Lo que los soldados defendemos con sangre, algunos indignos políticos lo venden por 20 millones de dólares demuestran que no buscará a unos corruptos, busca invalidar un proceso de Paz que no le dio la razón a Ecuador (pero sí le dio una salida al río Amazonas, cosa que buscaba y deseaba), busca legitimar las guerras pasadas (¡¡jamás justificables!!) con un sentimiento de defensa y de patriotismo.
Realmente, estas declaraciones nos hacen recordar como mientras haya estados habrá guerras.
Sr. Presidente de la República del Ecuador, busque e investigue los hechos, busque y ponga el peso de la ley sobre los corruptos si resulta que sí lo son, pero no haga leña del árbol caído, no mueva las cenizas buscando un fuego que avivar, sea político y haga las declaraciones correctas, no diga estupideces con tintes patrióticos que nos traen a la mente sólo muerte y destrucción.
Una guerra no tiene ganadores, sólo perdedores, tiene víctimas y aprovechados de turno que sacan tajada de una situación en que muchos más sufren por hechos que a ellos les rebotan. Pero la actuación de los políticos en su constante afán de control mediante la manipulación crean resentimientos de la nada, cambian la historia para fomentar sentimientos sobre realidades inexistentes... Bueno, me salgo del tema, que es esa supuesta coima con dinero peruano para que ratifiquen un tratado de Paz (que realmente no era ventajoso para Perú ni mucho menos).
Es un hecho desastroso que alguien tenga que ser sobornado para votar sí a un tratado de Paz, sobre todo en los términos que este estaba redactado y que, en teoría, sellaría un conflicto fronterizo entre Perú y Ecuador que ya dura demasiado, y que en el Siglo XX dio lugar a dos guerras (una a mediados de siglo y otra entre 1995 y 1998). Mucho odio desde esa guerra entre los dos Estados en el año 1941 (con la firma de paz en 1942, en Río de Janeiro), un odio que se venía arrastrando desde que en Ecuador muchos políticos decidieron que parte de la selva peruana no era de Perú, sino que era de Ecuador (aunque este extremo era negado por todos los países e historiadores del mundo menos por Ecuador, que llegó, durante muchos años, a prohibir cualquier mapa en el que Ecuador no tuviese dicha zona conflictiva).
Llega una segunda guerra, una segunda oportunidad para firmar la Paz. Se firma. Y ratifica por ambos parlamentos (el ecuatoriano y el peruano). Todos creíamos que esto ayudaría a que odios infundados acabasen por fin. Pero llegan las sospechas, sembradas por uno de los personajes más maquiavélicos que a parido madre, Montesinos, el Dictador en la sombra durante el régimen de Fujimori, arrestado por comprar a medio Perú, apunta a pagos con dinero peruano a Diputados Ecuatorianos para que ratifiquen la Paz.
Bien, completamente de acuerdo con que se investiguen a los posibles corruptos, completamente reprochable la actitud corrupta de ciertas personas, sobre todo con temas que tocan la sensibilidad (manipulada) de la gente como era esa guerra.
Ahora, la actitud del Presidente Ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, es más de buscar una excusa para embravecer los ánimos de la gente, dándoles otra vez un blanco al cual dirigir un odio surgido de la represión y mala situación económica (que la vive toda Latinoamérica, en mayor o menos medida). Declaraciones como Lo que los soldados defendemos con sangre, algunos indignos políticos lo venden por 20 millones de dólares demuestran que no buscará a unos corruptos, busca invalidar un proceso de Paz que no le dio la razón a Ecuador (pero sí le dio una salida al río Amazonas, cosa que buscaba y deseaba), busca legitimar las guerras pasadas (¡¡jamás justificables!!) con un sentimiento de defensa y de patriotismo.
Realmente, estas declaraciones nos hacen recordar como mientras haya estados habrá guerras.
Sr. Presidente de la República del Ecuador, busque e investigue los hechos, busque y ponga el peso de la ley sobre los corruptos si resulta que sí lo son, pero no haga leña del árbol caído, no mueva las cenizas buscando un fuego que avivar, sea político y haga las declaraciones correctas, no diga estupideces con tintes patrióticos que nos traen a la mente sólo muerte y destrucción.
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Diana -