Hablando sobre "A La Sombra del Águila" de Arturo Perez-Reverte
Este es un comentario de un libro que me gustó mucho, ya lo he puesto en otros lugares, incluso lo pasé a un conocido para un proyecto de revista virtual que aún no sale (y no sé si saldrá), por ello lo pongo también acá:
"A La Sombra del Águila" de Arturo Perez-Reverte
Se supone que está basado en un hecho histórico:
Un batallón de "voluntarios" españoles (ya sabemos que tan voluntarios son los presos, o te vuelves "voluntario" o te ejecutan como manda el reglamento, si tienes suerte, o te mandan a calabozos de por vida, que será corta, fea, y sufridora) en el ejército napoleónico, que guerreaba en Rusia, se cansa de todo, prefiriendo la posible muerte buscando la libertad que seguir como "voluntarios" en dicho ejército.
Así pues salen por patas hacia las líneas enemigas, corriendo a toda leche entre los cañonazos y demás delicias mandadas por los rusos para acabar con el enemigo, a lo lejos, el Sr. Napoleón y todo su consejo de guerra observan como la batalla se les va de la mano, como están por perderla, y de repente, se fijan que hay un pequeño pelotón intentando una avanzadilla de frente contra las líneas enemigas, con dos huevos, Napoleón pregunta que qué pelotón es y le informan, al ratillo, que son los voluntarios españoles, que no han pedido permiso ni recibido órdenes de su columna, que simplemente han partido al ataque, acá hay toda una reflección entre graciosa y realista sobre la braveza ibérica (recordemos que los franceses cuando tomaron España estaban totalmente seguros que los españoles eran bárbaros asesinos, indisciplinados pueblerinos que van con un cuchillo y degollan a quien sea por cuatro perras; pero que a la vez se les consideraba guerreros que los tenían bien puestos y que no se amedrentaban ante ningún enemigo, vaya, que ese código de honor maquiavélicamente inducido en la gente les llevaba a ser héroes en cualquier momento), así pues, Napoleón emocionado por ver cómo unos prisioneros de guerra morirían por los valores franceses manda a atacar a los húsares y demás élites a caballo junto con los bravos infantes.
Claro que lo que intentaban los Españoles no era ganar la batalla para Napoleón, ni siquiera querían escapar de manera convencional (o sea, por su retaguardia, ya que en el ejército napoleónico se dio lo que luego haría la URSS, hay que ser más valiente para retroceder entre tus líneas que avanzar entre las del enemigo), cuando intentaron rendirse sufrieron un par de veces, tanto por el idioma como por el sustazo que se pegaron los rusos al ver que les rompían sus líneas... Luego encima llega la caballería franchute y el invento se va a la porra...
El libro continúa contando más cosillas, que no las voy a contar por no malograr el final de la obra, que está escrita desde dos puntos de vista, el de Napoleón y el de los españoles, es notablemente diferente el léxico usado en cada parte, incluso la forma de describir las situaciones, en una tiene una exquisitez descriptiva y pensadora que asombra, llena de referencias históricas y lenguaje florido de la época, mientras que en la otra se vive en propia carne la crudeza de la guerra, la muerte y la vida, y todo contado desde el lenguaje vulgar de quienes sufren los sueños megalómanos de alguien. Y eso sí, todo contado con un tono entre sarcástico e irónico, con un puntillo de humor negro y absurdo que, para mi gusto, lo hacen mucho más ligero y a la vez realista, casi sientes que te lo cuenta un veterano...
Debe ser de los libros más simplones de este autor, da esa impresión, sus 172 páginas (en la edición que poseo) se leen tal vez demasiado rápido, no te detienes en ningún punto a reflexionar ni a razonar, pero cuando acabas tienes una visión de un todo, que, además de entretenerte, te puede dar un buen rato de reflexión sobre el global, que, para mi gusto, se agradece. Pues sí, sé que lo están pensando, es un libro que me gustó muchísimo, no tiene la complejidad de construcción que podríamos buscar en una buena novela (como muchas otras de las obras de este autor) pero todo lo que no tiene de fuerza razonada en cuanto argumento lo cubre con creces por lo que trasmite el librito, no sólo los sentimientos, sino como en las guerras nadie gana y todos sufren, menos los que tienen el poder, y claro, para esto apelar a tramas enredadas y pensadas no sirve, puesto que es algo que está en el mundo de lo que impacta, no de lo que piensa...
Espero que si se compran/sacan prestado el libro, lo disfruten al menos tanto como yo ;).
"A La Sombra del Águila" de Arturo Perez-Reverte
Se supone que está basado en un hecho histórico:
Un batallón de "voluntarios" españoles (ya sabemos que tan voluntarios son los presos, o te vuelves "voluntario" o te ejecutan como manda el reglamento, si tienes suerte, o te mandan a calabozos de por vida, que será corta, fea, y sufridora) en el ejército napoleónico, que guerreaba en Rusia, se cansa de todo, prefiriendo la posible muerte buscando la libertad que seguir como "voluntarios" en dicho ejército.
Así pues salen por patas hacia las líneas enemigas, corriendo a toda leche entre los cañonazos y demás delicias mandadas por los rusos para acabar con el enemigo, a lo lejos, el Sr. Napoleón y todo su consejo de guerra observan como la batalla se les va de la mano, como están por perderla, y de repente, se fijan que hay un pequeño pelotón intentando una avanzadilla de frente contra las líneas enemigas, con dos huevos, Napoleón pregunta que qué pelotón es y le informan, al ratillo, que son los voluntarios españoles, que no han pedido permiso ni recibido órdenes de su columna, que simplemente han partido al ataque, acá hay toda una reflección entre graciosa y realista sobre la braveza ibérica (recordemos que los franceses cuando tomaron España estaban totalmente seguros que los españoles eran bárbaros asesinos, indisciplinados pueblerinos que van con un cuchillo y degollan a quien sea por cuatro perras; pero que a la vez se les consideraba guerreros que los tenían bien puestos y que no se amedrentaban ante ningún enemigo, vaya, que ese código de honor maquiavélicamente inducido en la gente les llevaba a ser héroes en cualquier momento), así pues, Napoleón emocionado por ver cómo unos prisioneros de guerra morirían por los valores franceses manda a atacar a los húsares y demás élites a caballo junto con los bravos infantes.
Claro que lo que intentaban los Españoles no era ganar la batalla para Napoleón, ni siquiera querían escapar de manera convencional (o sea, por su retaguardia, ya que en el ejército napoleónico se dio lo que luego haría la URSS, hay que ser más valiente para retroceder entre tus líneas que avanzar entre las del enemigo), cuando intentaron rendirse sufrieron un par de veces, tanto por el idioma como por el sustazo que se pegaron los rusos al ver que les rompían sus líneas... Luego encima llega la caballería franchute y el invento se va a la porra...
El libro continúa contando más cosillas, que no las voy a contar por no malograr el final de la obra, que está escrita desde dos puntos de vista, el de Napoleón y el de los españoles, es notablemente diferente el léxico usado en cada parte, incluso la forma de describir las situaciones, en una tiene una exquisitez descriptiva y pensadora que asombra, llena de referencias históricas y lenguaje florido de la época, mientras que en la otra se vive en propia carne la crudeza de la guerra, la muerte y la vida, y todo contado desde el lenguaje vulgar de quienes sufren los sueños megalómanos de alguien. Y eso sí, todo contado con un tono entre sarcástico e irónico, con un puntillo de humor negro y absurdo que, para mi gusto, lo hacen mucho más ligero y a la vez realista, casi sientes que te lo cuenta un veterano...
Debe ser de los libros más simplones de este autor, da esa impresión, sus 172 páginas (en la edición que poseo) se leen tal vez demasiado rápido, no te detienes en ningún punto a reflexionar ni a razonar, pero cuando acabas tienes una visión de un todo, que, además de entretenerte, te puede dar un buen rato de reflexión sobre el global, que, para mi gusto, se agradece. Pues sí, sé que lo están pensando, es un libro que me gustó muchísimo, no tiene la complejidad de construcción que podríamos buscar en una buena novela (como muchas otras de las obras de este autor) pero todo lo que no tiene de fuerza razonada en cuanto argumento lo cubre con creces por lo que trasmite el librito, no sólo los sentimientos, sino como en las guerras nadie gana y todos sufren, menos los que tienen el poder, y claro, para esto apelar a tramas enredadas y pensadas no sirve, puesto que es algo que está en el mundo de lo que impacta, no de lo que piensa...
Espero que si se compran/sacan prestado el libro, lo disfruten al menos tanto como yo ;).
2 comentarios
Jomra -
¿te gusta Perez-Reverte? Lo que uno se entera a estas alturas...
El Club de Dumas es demasiado bueno... Este de "A la sobra del águila", a diferencia de aquel otro, es que es muchísimo más sencillo, incluso, lo que mejor le define es la sencillez, pero fuerza en la escritura, me encanta :D.
Hasta luego ;)
Javi -
Obra que recomiendo de él, El club dumas. Increible libro...