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Una Bitácora de Jomra

Pensamientos

Alianza 2 Universitario 0

Lo siento, necesitaba decirlo, me salgo totalmente de la temática de la Bitácora, pero, el Fútbol, mi opio particular, “me puede”.

Después de la coronación como campeones nacionales el 30 de diciembre tras los penales en la final con Sporting Cristal, en este torneo amistoso de Verano, donde (Juegan Universitario de Deportes, Unión Huaral, Sport Boys y Alianza Lima) Alianza se impuso con autoridad a su eterno rival, Universitario, por dos goles a cero, cosa que no está nada mal. Vean la noticia del partido porque sino esto se extenderá demasiado inútilmente. Con este resultado Alianza Lima lidera el campeonato con cuatro puntos, seguido de Universitario (tres), Unión Huaral (dos) y Sport Boys (uno).

Esperemos que este año vuelvan a salir campeones :P.

Comienza la regularización de Inmigrantes “sin Papeles”

Hoy es el día “D”, ese día en que se hace un llamamiento cívico a todos los empresarios del país para que le digan a la administración “tengo [contratados] irregulares, regularícelos por favor”.

Es una medida que está parcialmente bien, si no fuera porque es tapar con la punta del dedo meñique una de las mayores injusticias que hay (distinguir a las personas entre nacionales y extranjeros, y distinguir a los extranjeros entre ““con papeles” y sin papeles”). Pero bueno, se podría decir que es un avance, es un llamamiento a todos los empresarios para que saquen a la luz parte de su mercado negro de trabajo, esos trabajadores a los que no les pagan Seguridad Social, a los que no les dan ni el sueldo digno que un “nacional” tiene (si es que lo tiene) y que en cuestiones fiscales (y obligaciones laborales), en todo caso, le viene mejor tener subempleados antes que empleados (y eso todos lo sabemos).

El problema es que gran parte de estos empresarios no regularizarán a sus trabajadores por propio pie, no les conviene, ya encontrarán otros “ilegales” que quieran trabajar sin condiciones mínimas de nada y, además, muertos de miedo de que les denuncien y los manden de una patada a su casa, cuando, desde acá, tiene que mantenerlos a la vez que se mantiene. No es fácil, lo sabe cualquiera que ha migrado.

Ahora es cuando aparecen los otros problemas, contratos de favor, contratos fiduciarios, contratos comprados para que alguien que lleva 2 años y mucho trabajando para un jijuna que no quiere pedir su regularización (“nono, yo no quiero problemas, seguro que me cobran impuestos por los dos años que no los he pagado, seguro que me ponen una sanción, seguro que me cobran todas esas cuotas de la seguridad social no pagadas, que tan bien me vinieron par terminar mi chalecito”), este sujeto irá donde un amigo que tiene un chiringuito “oye, contrátame y di que me tienes así 6 meses, regularízame”, el amigo se lo pensará, él en el 2000 pasó por las regularizaciones del PP –creo que fue ese año-, sabe lo duro que es estar años con ese miedo encima y cobrando menos del sueldo mínimo, trabajando los 7 días de la semana y sin unas vacaciones ni de casualidad, encima el jefe le humillaba por su condición de inmigrante; “ok, te contrato”.

Eso o uno se acerca a la mafia de turno, o al aprovechado de turno, para el caso es lo mismo, si para los visados por estudios existen colegios, institutos, centros de formación profesional, academias de idiomas, entre otros, que venden certificados de matrículas en sus centros para que uno pueda sacar el visado de estudiante más fácil que de otros medios (en muchos casos sí estudian, en otros centros, pero no en la época exacta en que necesitan sacar el visado, lo otro es más seguro) ¿Qué nos hace pensar que para este turno de regularización no pasará lo mismo? Por ahí he leído que está pasando. De cajón.

Por otro lado ¿En qué se diferencia un inmigrante que lleva 6 meses de uno que lleva 5? Nada, realmente nada. Está claro que tenían que poner “un pare”, si diesen papeles para todos hubiesen creado alarma social en esa parte tan conservadora de la sociedad española, que cierra los ojos ante la migración, que prefiere que vivamos en condiciones pésimas antes que darnos un puñetero visado de trabajo, porque, así la cifra de inmigrantes es más baja (en vista de las estadísticas de lo legal, lo ilegal no se cuenta para ellos, como si así dejáramos de existir).

También dicen que es un efecto llamada, que poner un “a todos los que ahora estén” hubiese hecho que cuando salió el reglamento viniesen más. En parte puede ser cierto, pero si los inmigrantes ya venimos a montones sin importar la situación de legalidad o no todo el tiempo, darle papeles a todos no es más que regularizar un hecho, que es que estamos acá, que trabajamos acá, que sin esos papeles es más posible que el inmigrante tenga que sobrevivir mediante otros métodos menos recomendable para el resto de la ciudadanía, y que es una esclavitud escondida de mucha gente.

Lo que más gracia me hace (esa gracia irónica, con la lágrima en el rostro, con la tristeza de escuchar una sandez dicha como la mayor de las verdades) es cuando tú les dices “antes España era un país de emigrantes, ¿por qué no devuelven la moneda aceptando a los inmigrantes?” y te contestan, con la seguridad de quien dice que 4 es el resultado de dos más dos “porque los españoles éramos distintos, acá había problemas y nos fuimos a trabajar a otro lado, no a robar ni nada de eso”, perfecto. ¿Esa gente qué cree que es lo que queremos nosotros? ¿Vivir la vida padre? Está describiendo al dedillo la situación de muchos países, y ni eso, España nunca estuvo como muchos países africanos, que llevan más de 10 años en guerra civil ¿Cómo no vas a querer salir de esa situación? Y sales a trabajar, todos los inmigrantes es lo que buscan, o trabajo o estudios. Nadie viene con la mente en “voy a robar, oe oe oe”, no fastidien.

Y ahí te dicen “Pero los españoles aceptábamos las costumbres del sitio al que íbamos, no nos quedábamos juntitos como esos moros”, no, no, claro que no, por eso en todos los países con colonias españolas hay “casas de campo de España”, que son lugares de ocio para y de los Españoles, por eso a penas pudieron pusieron colegios para su gente en exclusiva, aunque luego se hayan abierto, por eso las fiestas españolas nunca las dejaron de celebrar, por eso existen “Casa vascas” para enseñar el Euskera y las costumbres propias de esa zona en muchos países latinoamericanos, por eso en países protestantes casi todas las iglesias católicas están llevadas por españoles y/o latinoamericanos. Todos queremos conservar un cacho de nuestra tierra con nosotros, no por nacionalismo (otras veces sí, claro), sino por comodidad de estar-sentirnos como en casa.

El sistema actual de inmigración de la Unión Europea (antes España era más considerado con los latinoamericanos, era más fácil conseguir un visado de forma legal) favorece con creces la inmigración ilegal, tiene el efecto llamada de un país (como un todo) desarrollado, o sea, el mismo efecto que EUA, pero para los de áfrica esto está más cerca, y para los latinoamericanos, hasta cierto punto, nos conviene más España por lo del idioma.

La UE no hace nada contra la inmigración ilegal (o sea, no crea cauces adecuados para que haya migración legal, no se controla que las embajadas cumplan sus propias normas al dar o no los visados, créanme, es lo más arbitrario que existe, uno puede presentarse con todos los papeles del mundo y te dicen un no, otro va sin un papel y le dan un visado para 6 meses, aunque muchísimos más son los casos que se deniega el visado sin causa alguna), cierra un poco los ojos, devuelve a su país a los pocos que pillan llegando y en tanto puedan seguirán dando la espalda a la realidad, lo mismo hacen los países miembros, muchos sectores económicos dependen no tanto de la inmigración, sino de la inmigración ilegal, así se consigue mano de obra más barata para luego poder vender (los servicios o productos) con un rango de beneficios mayores. Y eso es lo que quiere la Europa del mercado, el grueso de las personas no importan, lo único importante es tener números altos en las cifras macroeconómicas, lo cual significa que los directivos y los dueños de las empresas estarán con los bolsillos más repletos, que la separación entre ricos y pobres será mayor y todo el mundo tendrá que vivir feliz, porque, señores, Europa va bien.

¿Vacancia presidencial, Gabinete de Consenso o seguir como estamos?

Más allá de necesitar un cambio de sistema político, es posible que primero necesitemos un foro general donde debatir, donde encontrarnos, y demás... mientras tanto, analicemos la situación del Gobierno en el actual Sistema.

Ha perdido, todo lo que tiene, simplemente ha perdido, no tiene apoyos (nunca los tuvo), no tiene el respaldo mayoritario del congreso (en países con sistemas parlamentaristas ya lo hubiesen echado, o nunca hubiese subido al poder), no ha conseguido hacer nada bien, y, para colmo, lo ha hecho todo mal (no es lo mismo no conseguir resultados positivos con el siempre meter la pata, estar rodeado de escándalos y levantar más odio que otra cosa)...

¿Puede continuar así? Por poder, puede, queda poco para las elecciones (un año) y después de 4 completamente inútiles uno más no se notará demasiado, que ni se presente a la reelección, que será humillado como las veces anteriores que se presentaba (creo que se ha presentado 3 veces, en una ganó, las dos anteriores o figuraba en el “otros 2%” o él solito con un 2% de votos), al menos que al salir del Palacio de Gobierno no sea con una patada en el trasero después de intentar volver a entrar.

¿Un gabinete de conciliación? ¿Para qué? ¿Qué puede aportar al País que un consenso en el Congreso no pueda llevar a cabo en estos meses que quedan? Que se de un consenso en el Congreso si quieren, que desarrollen leyes a corto plazo (o a largo, no sé por qué se descarta estas reformas si el gobierno no tiene apoyos) beneficiosas para la gente del Perú. Un gabinete de conciliación, de consenso, que llevase al Perú a cuestas este último año puede causar dos sensaciones en el electorado, una, que nos creamos que realmente los gobernantes pusieron al País sobre sus ansias personales de poder lo cual podría darles votos (al menos saltar del 7% al 30% sin mucho problema, y estando como están las estadísticas, eso le podría hacer llegar a una segunda vuelta o con Alan García o con Fujimori, en ambos casos es posible que por el odio que se tiene a estas dos ¿personas? regrese el voto en contra y vuelva a triunfar Toledo), cosa que me parece negativa, ya que si todo lo ha hecho mal durante tanto tiempo, es tirarle tierra al muerto y que no se note demasiado que está ahí (el muerto), o que el Electorado diga “con todos los malos gobiernos que hemos tenido, uno que hace esto no es que sea malo, es que es peor y fracasado” y pierda un porcentaje de ese 7% de apoyo en beneficio de alguno de los miembros del Gabinete de Conciliación.

Por cierto ¿Quién sería el primer ministro? Porque es posible que en un momento preelectoral ser el Primer Ministro valdría como trampolín a la presidencia del Gobierno por la grandiosa labor de conciliación y consenso en un país completamente fracturado, donde la salida violenta (lamentablemente) cada vez está más en boca de todos... Pero esta es un arma de doble filo, quien esté ahí, con la responsabilidad tan grande de dar tranquilidad a una ciudadanía, de tener un discurso conciliador sin perder su firmeza y fracasa en el intento, caerá en las elecciones tan bajo como el propio presidente (“confiábamos en él, lo escogimos para que lleve este último año, si con el acuerdo de todos no pudo hacerlo bien ¿cómo lo hará con una oposición real?”), ¿quién de estos políticos tan apegados a su escaño o a su status podría atreverse con una tarea tan malagrecida? Sobre todo cuando el que vaya a ocupar ese puesto de Primer ministro sería uno de los líderes actuales de la oposición, por tanto, virtual candidato a presidente en el 2006... Nadie querrá, todos lo mencionan, pero nadie quiere realmente ser esa cabeza pública del Consenso, porque ni siquiera se lo creen.

La Vacancia presidencial, presentada para que se debata por el Congresista Rafael Rey, es una posible solución, que se vaya de una vez, que se convoquen elecciones, que queda muy poco tiempo para nada, y teniendo en cuenta la falta de legitimidad en la que ha caído el gobierno desde el escándalo de las firmas falsas para la inscripción de su partido, teniendo en cuenta que el resto de partidos son incapaces de plantear siquiera una alternativa provisional a esta Crisis que ya dura 4 años, como dije en un tema anterior, es hora de que el actual gobierno asuma su total fracaso y que reconozca que continuar en el poder simplemente perjudicará a todos (incluyendo a Perú Posible, o sea, a ellos mismos).

Por favor, dimita Sr. Presidente del Gobierno de la República del Perú, sea persona en su salida, eso de “quemar hasta el último cartucho” se hace cuando tiene sentido, no cuando es simplemente una necesidad de poder personal.

¿Trabajo Digno o Dignificación del trabajo?

“Todo trabajo es digno” En frío, sin pensar nada más, sin entrar en ningún tipo de consideraciones, seguramente respondería afirmativamente, sin dudarlo, a fin de cuentas, toda forma de ganarse la vida es digna, o mejor dicho, es tan buena o mala como cualquier otra, es un trabajo que permite que vivas y eso no es poco, todo esto, en principio...
Pero hay trabajos y trabajos, no quiero decir que tal o cual ocupación sea, de por sí y en abstracto “no digna”, sino que las condiciones de un trabajo (que son, a fin de cuentas, quienes definen una ocupación) sí son indignas o indignantes, así pues, el trabajo por sí mismo, en abstracto ni es digno ni deja de serlo, es una actividad, no tiene entidad propia como para definirlo como “digno” o no, a fin de cuentas, una cosa no puede ser digna o indigna, en todo caso, se tiene que ver la trascendencia y el uso que le da las personas para saber si mantiene la dignidad de las personas o va contra las mismas, así que se tiene que analizar cada actividad desarrollada por cada persona desde las consideraciones y expectativas individuales junto con las permitidas y mutuamente aceptadas por parte del resto de individuos para saber si una actividad es dignificante o no.
Así pues, tenemos que analizar cuales serían las condiciones ideales para que una ocupación-trabajo sea digna, o mejor, que dichas condiciones contribuyan en la dignificación del trabajo como complemento y ayuda al desarrollo de la persona a lo largo de su vida.
¿Esto que significa? Que el trabajo, como actividad humana necesaria para el sostenimiento de todo el colectivo tiene que necesariamente contribuir al desarrollo de las personas que deben o quieran llevarlo a cabo, así pues, tiene que ser una parte de la vida y no una carga de la misma, para esto, el trabajo no puede ser puramente físico ni puramente intelectual, la medida o el equilibrio entre estas dos características dependerán de las necesidades de la persona, de su vocación, y claro, del contenido mismo de la actividad a desarrollar (las que no puedan equilibrase se le debiera reducir su carga con una mayor distribución del mismo trabajo en un mayor número de personas dispuestas a asumir dicha media-carga).
El trabajo ideal debe ser el deseado por la persona, no el asumido por una situación de necesidad, debe ser, sobre todo, un aliciente para el desarrollo de la personalidad, que permita una paz interior y exterior, el horario, aunque no totalmente, debe adecuarse a las necesidades individuales, al deseo del tiempo de ocio y a que pueda dejar margen al cumplimiento de otras responsabilidades (que en la mayoría de los casos, seguramente sean prioritarias a los trabajos).
Las condiciones de seguridad en el trabajo son indispensables ¿cómo pretenderíamos que sea dignificante si la persona podría morir en el intento de cumplir con su trabajo? Aunque esto suene a perogrullada, cada vez vemos como la seguridad laboral es una carga para las empresas de nuestro actual modelo económico, que ni cumplen ni hacen cumplir la escasa normativa sobre seguridad laboral...
Sobre las condiciones económicas del trabajo poco tendría que decir, en un modelo económico que respetase las condiciones dadas seguramente tendría o reguladas las formas para que todos obtengan lo que necesita por medio de las retribuciones laborales o formas subsidiarias de cubrir con las necesidades de los trabajadores-ciudadanos de tal forma que la retribución económica del trabajo o sea siempre suficiente o sea simplemente innecesaria, de todas formas, ya que no estamos en ese modelo, habría que decir que las condiciones económicas no deben ser las que determinen la elección de un trabajo u otro, pero que estas, en todo caso, deben permitir vivir con sosiego, que una persona no deba preocuparse por la economía de su hogar y pueda dedicarse a otros menesteres más interesantes para sí mismo.
El entorno y demás condiciones del trabajo serán afectadas por las anteriores, siendo, en su caso, tan óptimas como lo permitan el actuar de las personas que integren dichos microcosmos laborales...

El análisis de la actualidad de los trabajos corresponderá a un posterior escrito, porque sería llenar de paja este, y, tal vez, sería mejor hacer una comparación entre lo que dice la norma y cómo está la realidad, para ver cómo el querer ser suele estar muy pero que muy lejos del ser.

Nostro Mundo, el Panicomundo

No hay nada más que destrucción, a donde volteemos a ver sólo nos enseñan lo que se cae, lo que se rompe, lo que destruye y es destruído, el resto no importa nada, no vende.

En la tele, en general en los medios, concretamente los gobiernos, buscan dos cosas, despertar el morbo más pueril de todas las personas mientras que, por otro lado, quieren generar una alarma social inexistente... Para qué? pues sencillo, para mantenernos ocupados con problemas que no existen, para mantener nuestra atención en un punto que ha salido de la imaginación de alguien; y de paso, se dedicarán (los pueriles políticos) ha hacer todo en nombre de la seguridad perdida, pedirán votos para acabar con los focos de miedo, pedirán más gasto en tal o cual materia (seguridad y defensa) y se lo quitarán a cualquier partida sin importancia (para ellos) como son las sociales en general.

Esto genera una inseguridad ciudadana total, una dependencia hacia los cuerpos de seguridad que tenderán (tienden o están) a corromperse, rompiendose la misma seguridad que se menta necesaria por quienes tienen el deber de proteger esa gran mentira. Por otro lado, esta inseguridad ciudadana crea desconfianza, nos obliga a caminar mirando mal a los conciudadanos, nos obliga a trancar las puertas, poner rejas, y, en muchas partes, a tener un arma. Hay una máxima anti-armas que reza "quien tiene un arma tiene miedo", y ¿Cómo vamos a permitir que gente con pánico tenga armas? Es una realimentación de la inseguridad, termina convirtiéndose en una necesidad llevar armas ya que el resto de gente las porta, esto genera un círculo vicioso en que cada vez más y más gente va a aparecer muerta por las calles, lo cual retroalimenta el círculo (claro, sino no sería un círculo vicioso), y los medios aprovechan para sacar partido de las muertes ya producidas lo cual genera otra cadena de innecesaria inseguridad mientras que alguien está ganando un Premio Príncipe de Asturias por crear un tomate que se produce en la tercera parte del tiempo y es tres veces más varato y grande con lo cual se acabaría el Hambre en el mudno pero no importa un carajo porque alguien tiroteó a otro alguien en tal calle de un pueblo perdido de la mano de Diox donde todos llevan armas porque puede haber algún tiroteo, y así es la vida, como diría aquel.

De paso, al "consumidor" que no entra en el pánico global se le agarra por el morbo "vamos a ver tal masacre" "mira mira!, que paliza le han dado a ese!!"

Nos tienen estupidizados, nos inculcan la cultura del miedo y crean enemigos, lo mejor, también crean falsos amigos que nos protegen de los enemigos que no son tales para que podamos estar tranquilos y seguros mientras "ellos" hacen lo que les sale de las narices en virtud de la Seguridad, en Virtud de los Intereses nacionales ¿Que intereses? Mientras haya estados habrá guerras, mientras se permita que alguien nos llene de intereses suprapersonales, de intereses nacionales, estatales, o como rayos les quieran llamar dejaremos que nos quiten la libertad para que ellos puedan jugar con la misma, no hay otra forma de controlar a la gente que dándole algo que no existe para que se cobije mientras tú les tienes que pagar la renta por lo que no existe, del Contrato Feudal de Vasallaje, que al menos era expreso y necesario, con formalismos y demás, se ha pasado a la cultura del Vasallaje, donde nos quitan pero no nos dan, donde hay alguien que decide que es lo que quiere una nación (sí, el discurso del espíritu de la nación se ha retomado, no con esas palabras, pero sí con el mismo contenido), ese discurso que tanto mal nos ha hecho durante tanto tiempo...

Creo que ya han tenido suficiente por hoy...

Caperucita Roja, Cuentos Infantiles

En el foro de Tierras de Esperanza, en su tablón de anuncios, unos pocos divagábamos sobre el viaje en el tiempo (bueno, no, en realidad, se mencionó que el tiempo pasaba, también que sería útil enseñarle a regresar y se dijo que sería práctico poder volver en el tiempo), alegué que eso haría sufrir a todos ese periodo de tiempo otra vez, y puse como ejemplo una historia real, la de Caperucita Roja, historia contada por mí y recopilada por Sipas Mia en un tema de ese foro (ESTE tema, para ser más concretos), reproduzco el cuento en la Bitácora, poniéndole signos de puntación y corrigiendo los párrafos (no el orden, sino donde están los saltos de línea) ya que fue escrito en un tablón de anuncio y no se permiten muchos caracteres...
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Sip, Caperucita roja retornando al pasado para contratar a alguien que le meta cabe (zancadilla) al lobo y ganarle por la legal y llegar a casa de la abuela antes...

Y así ella, Caperucita Roja, o "viuda negra" como se le conoce en otras zonas, mataría a la abuela, que era lo que quería hacer desde un primer momento.

El Lobo descubre el plan y regresa al pasado, contrata a un MERC gringo y lo manda a destruir el pasado reciente, para que se cargue a quien le iba a meter cabe y salvar a la abuela, que era lo que intentó, pero a la sra le dio infarto al ver que él [lobo] estaba algo empinado (olió en el camino a una lobilla en celo), así pues, con la abuela más bien muertilla el lobo aprovechó a ponerse ropa. que era su sueño de cachorrito, pero en las tiendas no le vendian nada de ropa.

Asi pues, el lobo se puso la ropa, sin conocer que existian ropas para hombres y ropas para mujeres, cuando llegó caperucita, sabiendo que al haber cambiado el pasado el lobo estaba en el suelo, habló son su abuela a la que nunca visitaba y por eso no sabía como era, de todas formas, caperucita era media vizca, cuando se encontró con ese lobo que no tenía que estar y al lobo le pareció que caperucita tenía pintas de loba se le tiró encima...

Caperucita reaccionó mal, porque sabía que el lobo no tenía dinero para pagarle, así que sacó el hacha y se lo cargó, luego salió al bosque y se acostó con un leñador, para que cuando llegase la policía dijese que había sido él y que todos viesen como caperucita lloraba por su abuela y por el pobre animalito que le recordaba a Toby (su chucho), así pues, la plicía (que eran ecologistas en acción disfrazados de polis) arrestaron y ejecutaron (con medios no contaminantes) al leñador.
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Y Colorín Colorado, caperucita se los ha cargado.
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Y Hasta acá llega la sección de cuentos, que no existe, así que lo meto en pensamientos, que como buen cuento, eso es, un pensamiento...

El Fin sin Comienzo

Realmente ¿Cuándo se comienza a vivir? Nunca, nunca se comienza, es simple, uno no tiene una conciencia clara de toda su vida, sino que va adquiriendo conciencia poco a poco, conocimiento de la propia existencia, y de la existencia del resto, paso a paso, y el conocimiento del resto es limitado, realmente, a la propia experiencia con dicho extraño. Así que uno nunca comienza a vivir, hay un momento dado en la vida en la que uno tiene conocimientos de lo anterior, o sea, recuerdos, muy vagos, salteados, y que seguramente más de la mitad de estos están inducidos por comentarios ajenos, por recuerdos de otros, ¿o nunca han escuchado el “te acuerdas de tal cosa con cual”? Obviamente la mitad de las veces desconoces de lo que te hablan, pero otras, por “casualidades de la vida”, siempre coinciden con una de las versiones de esos recuerdos, en otras palabras, compartes los recuerdos de otra persona, que suele ser alguien cercano, no tienes recuerdos de eso, sino que recuerdas como propio el comentario ajeno, esto es lo más típico sobre los recuerdos más lejanos que uno posee, cada quien es distinto en esto, unos comienzan a recordar antes que otros, pero nunca nadie tiene recuerdos desde el principio de su tiempo, su era realmente no comienza hasta que se es plenamente que se vive, o sea, desde que se tiene conciencia total sobre la propia existencia, y por qué no, cuando se duda de la existencia ajena, en otras palabras, tiene que haber un proceso reflexivo, conciente o no, sobre la existencia sobre la base de la experiencia para poder considerar que ya se existe, no porque alguien te lo diga, no porque cronológicamente sea así ni porque la sociedad lo requiera, sino, simplemente, porque se está vivo desde el momento en que uno sabe si vive o no, cosa que realmente tampoco podemos saber, pero sí sentir.

Parece una tontería, o mejor dicho, un juego de palabras absurdo que no lleva a ninguna parte salvo a concluir que no es más que un berrinche existencialista sobre el pasado propio, tal vez lo sea, pero el punto que se trata no es si uno existe o no realmente, no es una cuestión de existencia, el punto es llanamente desde qué momento se comienza a vivir y desde qué momento se deja de vivir, no se plantea el fin o el comienzo como un hecho objetivo sino como uno subjetivo, donde lo que importa no es en sí el nacer o morir sino el percibir la vida y la muerte.

Es fácil llegar a la conclusión que si de la vida tardamos mucho en percatarnos de ella de la muerte es que ni nos enteramos, acá ya no puedo hablar desde mi propia experiencia, o desde la experiencia de los que conozco, porque nadie me ha hablado tras morir, una pena, sólo puedo deducir que la conciencia se va apagando, hasta el punto que uno deja de estar, de sentir, de pensar, haciendo una analogía popular, es como dormirte, es imposible saber a qué hora te duermes, es, simplemente, hasta cuando es de forma brutal, pasito a pasito, te apagas y ese último ápice de conciencia aunque sepa que lo que sigue es la nada de la muerte no sabe lo que viene después, ni antes, realmente no sabe nada al respecto, por tanto, no es conciente de la muerte en sí, sino, como mucho, de que la vida está llegando a su fin, pero este hecho de última conciencia, en el caso de que se de, no percibe el último soplo de vida ni mucho menos, ni puede determinar el momento de la muerte, es como la primera conciencia del entorno y la vida, no es que comiences a vivir ahí, sino que sirve como cimiento de la vida venidera, de esta misma forma funciona el punto de inflexión de la última conciencia de vida, que nunca es comunicada ni totalmente sentida, marca no el fin de la vida, que no ha llegado a comenzar (como se entiende el comienzo de una carrera en que alguien marca la salida) y nunca se llega a terminar, porque la vida, desde un punto subjetivo, existe mientras se sienta, pero nunca se sabe cuando se deja de sentir, y para el resto, el recuerdo, por tanto, la conciencia de la existencia, de esa persona siempre estará ahí, más lejano o más cercano, pero forma parte de su propia conciencia de vida, por tanto, es parte de la misma.