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Una Bitácora de Jomra

El hambre amenaza la vida de más de 800 millones de personas.

Y eso sólo en 36 países del globo. Esta vez me basaré en esta noticia, recogida en “Periodista Digital”. Es desalentador ver como el avance en muchos campos y en otros tantos países no significa que la gente viva mejor, todo lo contrario, UNICEF denuncia que, para colmo, los niños pobres en países ricos va en aumento.

Pero hay “pobrezas” y “pobrezas”, los “niños pobres” en países ricos son aquellos que viven en núcleos familiares con una renta inferior a la mitad de la media del Estado estudiado, o sea, es una “pobreza relativa”, que, demuestra no sólo la pobreza en términos vulgares, sino también la distribución no equitativa de las riquezas. Los países donde más hay de esta pobreza son México (27,7%) y Estados Unidos (21,9%).

Por mi parte, no me sorprende para nada que en un país como EUA haya tanta pobreza, ya que hay un grandísimo número de “sin techos”, existen más o menos 14 millones de personas en situación irregular (y es difícil pensar que todos ellos estén siquiera cerca de la media federal de ingresos por cabeza).

Tenemos, por otro lado, que Dinamarca y Noruega son los países con menor tasa de esta pobreza relativa, e incluso Noruega, que ya la tenía baja, la ha reducido con respecto a los años estudiados por UNICEF (para que no se me tache de antigringo, apunto que EUA es de los países que han reducido su tasa de pobreza relativa, y aún así es altísima), esta misma institución nos deja comprobar como un mayor gasto público para familias y prestaciones sociales suele reducir en un 40 por ciento las tasas de esta pobreza, por tanto, son políticas que consiguen una efectiva distribución de la riqueza al menos para reducir la cantidad de pobreza en un Estado.

Pero bueno, este no es el problema principal con el que quería ocupar este mensaje, más bien, me gustaría referirme a la pobreza de esos 36 estados mencionada al comienzo del mensaje, de esos estados, 23 son de África, uno, que no es propiamente un Estado (sino parte de una Federación, la Rusa) de Europa, 7 en Asia y 5 en América. De los cuales, en siete (Angola, Kenia, Lesoto, Malaui, Maldivas, Suazilandia y Zimbabue) las perspectivas son las peores (de lejos), y otros cuatro más se podrían sumar a esos 36, puesto que sus perspectivas alimenticias son desfavorables (Botsuana, Cuba, Ecuador y Perú).

En la noticia enlazada tiene, país por país, las posibles causas (o mejor dicho, las cuestiones que la FAO considera causantes de este hambre) del problema, así que no me detendré en considerar cada una de ellas o los dimes y diretes de cada cual.

Hablando en líneas generales, la principal causa es la guerra y sus consecuencias, en África, 9 países se ven inmersos en guerras civiles o fronterizas, y las guerras causan desplazados, los cuales crean problemas en 11 países (muchos concurrentes con la guerra, no sumen los 9 dichos con los 11 de ahora), mientras que en la categoría de “hambrunas causadas por problemas económicos” sólo figura un país de dicho continente, y coincide también con una sequía.

De los 7 países asiáticos, dos están básicamente en problemas por la guerra, y ambas guerras fueron libradas (o mejor, están siéndolo) por EUA y sus amigos, así que podríamos considerar que la causa de la hambruna es la política y participación directa de un tercer país.

En Chechenia la causa es la guerra ¿civil? que se vive. Mientras que es en Latinoamérica donde el problema económico es una causa más fuerte que las climáticas o de guerras, así pues, en los tres países centroamericanos dicho problema concurre con sequías, en Haití se da el conflicto armado, la sequía por un lado y las inundaciones por otro para dejar esas tierras devastadas por el hambre.

Es cuando escuchamos, por parte de “grandes analistas” (tertulianos varios) que el problema claramente es la superpoblación de las zonas en hambruna, que el control de natalidad es una necesidad y todo eso.

Es cierto, el mundo está superpoblado, eso queda bastante claro, pero hay algo que me gustaría dejar apuntado, que la superpoblación es un problema mundial, y que esas hambrunas no están directamente relacionadas con la población existente, por ejemplo, Kenya tiene 32 millones de personas (más o menos) en un territorio algo mayor que España, que tiene 40 millones, o 1.7 veces más grande que Alemania, que tiene unos 90 millones de habitantes, en todo caso, es un problema de distribución de todo el alimento del mundo producido entre toda la gente del planeta.

Dirán “vaya estupidez” pero, si existe (o se está construyendo) un mercado global sobre muchos productos producidos, sería lógico mantener una distribución igualmente global de los alimentos para cubrir las necesidades de todos. Pero claro, no es algo que ni se quiera hacer ni se considere aceptable para los poderes económicos.

Así pues, el problema es que unos pocos tienen mucho y muchos no tienen nada, estamos en la misma dinámica de siempre, en países como España existe un desarrollo económico capaz de hacer frente a una sequía, y, en todo caso, podrá recibir ayudas directas e inmediatas por parte de la Unión Europea, en cambio, un país pobre es incapaz de solventar una crisis de esas de la misma forma, y de ninguna, claro.

En esta dinámica de “pocos tienen lo que muchos necesitan, y los que tienen les sobra pero no comparten”, esos “unospocos” no van a cambiar su postura, o mejor dicho, no parece que vayan a cambiar a menos que hagamos algo en pro del cambio, las políticas actualmente llevadas por los desarrollados no ayuda ni mucho menos a los “hambrientos”, simplemente aumenta la diferencia entre los estados y las personas.

Y por último, muchos de esos que tienen todo son los que o crean las guerras que tanto hambre traen o las alientan, y si no, al menos, son quienes producen las armas que se usarán, y que se pagarán por personas inmersas en un país hambriento sólo para matar de un lado a otro. No es culpa de los que tienen hambre tenerla, no es culpa de sus estados (no en la mayoría de casos), es culpa de la organización del mundo y del egoísmo de unos pocos.

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